“Wolford representa la segunda piel de la mujer”

Julia Alberti, la española que trajo Wolford a Chile:

por Claudia Mellado

 

Simpática, acogedora, pero al mismo tiempo directa y con una personalidad cautivadora. Así es Julia Alberti, la mujer que trajo la alta costura de la ropa interior a Chile de la mano de Wolford, la prestigiosa firma de calcetería y lencería de lujo austríaca, body wear y ready to wear, que abrió sus puertas hace algunas semanas en el pleno corazón de Vitacura.

Julia es comunicadora y relacionadora pública de profesión, pero a lo largo de los años  y casi sin darse cuenta, se ha convertido en una experta del retail, de la mano de su esposo Miguel Pantaleoni, un reconocido hombre del negocio de la moda en Barcelona.

Llegaron a Chile hace tres años y medio, después de vivir la crisis española.

Fue precisamente Julia quien le propuso a su marido salir de España y emprender una nueva empresa fuera de Europa. Y así fue como junto a su pequeño hijo escogieron como destino Santiago de Chile. Aunque culturalmente existen diferencias, Julia dice estar contenta en nuestro país. Han logrado generar vínculos de amistad con la comunidad chilena y eso les ha permitido conocer mucho más la cultura nacional.

Wolford es una de las marcas de ropa interior más reconocidas a nivel internacional por su elegancia, calidad, respeto al medio ambiente y sofisticación. Diseñadores de alta costura como Armani, Vivienne Westwood, Valentino, entre otros, han diseñado piezas exclusivas para Wolford, convirtióndola en un referente.

Después de la apertura de Wolford en Chile, conversamos con Julia acerca de su visión sobre la mujer moderna, el mercado y la moda de la ropa interior en nuestro país, y la forma en que la marca llegó para cambiar la forma de ver y de utilizar la ropa interior entre las chilenas.

 

¿Por qué Wolford, y por qué Chile?

Cuando llegamos a Chile no sabíamos muy bien qué tipo de tienda íbamos a abrir, pero cuando comenzamos a estudiar el mercado local nos dimos cuenta que en la ropa interior había todo un nicho por desarrollar, y que no estaba cubierto por la oferta actual.

Antes de estar a cargo de la franquicia de Wolford en Chile fui cliente de la marca por muchos años, y crecí en un país donde la cultura de la ropa interior está mucho más desarrollada. En lo personal, cuando comencé a buscar ropa interior en Santiago la encontré recargada,  y en general, de mala calidad. Hay ropa que se ve bien hasta que te acercas y la tocas. Lo otro que me llamó la atención fue la falta de estética en los locales, donde la ropa se vista y presente con elegancia. Por lo general, esta todo amontonado, y para encontrar algo es difícil. Fue ahí cuando pensé que traer Wolford a Chile era una excelente oportunidad.

Por un lado, no había nada que fuera competencia directa de la marca. Por otro, Chile es el punto de entrada en Sudamérica. Si entras por Chile y resulta, ya lo tienes. Fíjate que para los europeos, Chile suele ser considerado hoy el Miami de Sudamérica, una vitrina y sitio ideal para comenzar negocios en la región.

 

¿Qué opinión te merece la cultura chilena respecto a la ropa interior?

Creo que en Chile la ropa interior no esta bien trabajada, las marcas no piensan en la mujer, en su comodidad y eso se nota.

Si bien Wolford es una marca refinada, es también muy cómoda. Para Wolford es vital el efecto segunda piel. No hay cosa peor que ir muy guapa, pero incómoda.

Y ahí esta la propuesta de Wolford, que si bien es una marca de más alto costo, también ofrece calidad, confort y elegancia. Por ejemplo, por lo general los básicos en la ropa no están vinculados al glamour o a la elegancia,  pero Wolford logra el efecto contrario.

Las personas que invierten en ropa interior son personas que se quieren, y en ese espacio creemos que hay una mujer para Wolford en Chile. Cuando vinimos y estudiamos el mercado,  lo que noté es que había una gran brecha para la chilena que sí quiere preocuparse de su ropa interior y que no estaba conforme con lo que le entregaba el mercado.

Wolford es, si lo piensas, una marca muy línea del estilo chileno. La chilena no se atreve tanto. Y Wolford es, si bien sexy, de líneas sobrias y sólidas. Wolford no está dirigido a una mujer exuberante ni tampoco a una mujer que quiera mostrar todo su cuerpo, sino insinuar con elegancia.

 

¿Cuál es entonces el target de Wolford en Chile?

Wolford es lujo asequible. Una mujer independiente que se gane bien la vida puede llevar unas medias o un vestido Wolford sin problema. Eso no quiere decir que sea una marca de bajo costo, pero tampoco es excesivamente caro como otras marcas de lujo.

Además, un aspecto de la marca que la diferencia con otras es la versatilidad, pues tiene tres líneas en una: calcetería, lencería y prêt-à-porter. Especialmente en lo vinculado a lencería y prêt-à-porter, muchas veces sucede que vasta tener una pieza Wolford y lograr varios looks. Uno de los ejemplos más concretos es el fatal dress, el emblemático vestido que puedes usar de más de 10 formas distintas. En este sentido, es súper práctico.

Uno de los sellos distintivos de esta marca son sus controles de calidad y el cuidado del medio ambiente ¿Has tenido la oportunidad de participar o de presenciar el proceso productivo de la marca en Austria?

Si, por supuesto. Wolford es una empresa que, para integrarte como parte de su familia, debe ver tu interés en cada parte del proceso y un conocimiento acabado de lo que hacen, lo que son y hacia donde van.

Hace un tiempo estuve en la fábrica de Wolford en Bregenz, ciudad donde se centralizan las operaciones de la marca, y pude ver el proceso de fabricación que es fabuloso. Las medias, por ejemplo, están hechas con un solo hilo, uno solo. Tienen unas máquinas espectaculares. Una de las cosas que me llamó la atención fue la zona de tintes porque literalmente, no huele a nada. Sus estándares de compromiso con el medio ambiente y la economía sustentable son además muy altos. Por ejemplo, no fabrican nada fuera de Austria ni trabajan con materiales chinos o provenientes del sudeste asiático, con excepción de algunos hilos exportados de Japón producto de su alta calidad.

 

¿Cuales son las nuevas innovaciones que veremos de Wolford en las nuevas temporadas?

Wolford siempre cada temporada intenta mejorar el fit de la temporada anterior, pero sobretodo invierte y trabaja con cosas tecnológicas Ahora están trabajando con una media biodegradable, con el lema “de las piernas a la ensalada”.

Además de la comodidad y del lujo asequible. ¿Qué tiene Wolford que no tiene otra línea de ropa interior en el mercado?

Una de las cosas que me he dado cuenta con el tiempo es que la marca posee esa capacidad de darle el placer a la mujer de, primero, sentirse guapa consigo misma. Eso no quiere decir que no quiera que nadie la mire ni disfrutar de su belleza con otro, pero la mujer Wolford quiere primero sentirme bien y cómoda sin importar lo que piensen los demás.

Eso no quiere decir que no nos debamos atrever a jugar un poco más con la lencería y transformarla en una segunda piel que es posible mostrar. Hay que atreverse a usar la ropa interior con sutileza, de forma de integrarla al look diario y lograr combinarla con la ropa del día a día. Hoy por hoy las prendas de lencería son pequeñas joyas y hay que mostrarlas. Y no es sólo Wolford, es la tendencia.