Metro, buses troncales y micros de acercamiento. Desde sus orígenes el sistema de transporte público de nuestra capital ha sido foco de crítica, tanto ciudadana, como de diversas autoridades políticas y gubernamentales. Pero más allá de cualquier antecedente, pareciera que el Transantiago siempre ha estado en crisis.
Esta semana, el Directorio del Transporte Público Metropolitano informó que el nivel de evasión del pago de pasajes en los buses del Transantiago alcanzó un 30 por ciento a nivel del sistema, siendo la cifra más alta desde que se instauró.
La realidad es que 3 de cada 10 personas no pagan su pasaje. En buen chileno, “se colan” ¿Las razones? Los usuarios dicen no estar dispuestos a pagar por un mal servicio. Micros llenas, largas esperas e impuntualidad en los recorridos, sumado a las continuas alzas en el valor del pasaje.
El Transantiago se remonta al año 2002, pero no fue hasta 2007 que el plan se puso en marcha. En aquel entonces, el nuevo sistema de transporte público buscaba darle un nuevo rostro a una ciudad sobrecargada de micros, pero casi 10 años después, no ha hecho más que sumar críticas.
Los ciudadanos se sienten estafados y no es menor si sumamos a las causales anteriores que el 27% del parque de buses tiene 11 años, más que el propio Transantiago. Entre las quejas se escuchan: buses sin ventanas, neumáticos gastados, pisos con fisuras peligrosas.
A causa de todo esto, y según datos entregados por la encuesta Gfk Adimark , correspondiente al mes de julio, solo un 10 por ciento de la población aprueba la forma en que el gobierno está manejando el Transantiago ¿Culpables? ¿El Gobierno que lo ideó o la mala gestión del que lo procedió? Pues bien… Ha sido una sumatoria.
Hoy se hace evidente reestructurar el sistema, en el que no solo incluya atacar los problemas relacionados con la evasión, sino además, de mantener un adecuado sistema de transporte en superficie en que el eje estructurante esté dado por la red de Metro.
¿Soluciones? 10 meses estuvo trabajando una mesa social compuesta por usuarios, conductores y expertos para proponer medidas que apuestan a un nuevo Transantiago y que estarán incluidas en las bases de la nueva licitación para 2017, la cual será publicada a fines de este año.
Las reformas al transporte público son alrededor de 30. Transparencia y supervisión. Aumentar las vías exclusivas, más infraestructura para la ciudad y peatones, mejoras laborales para conductores, nueva superintendencia, comodidad y seguridad de los usuarios. Además de un capítulo laboral que valorice el rol del conductor y su protección, y cambios al modelo de negocio.
Para www.latercera.cl, Genaro Cuadros, coordinador de la Mesa Social y académico de la U. Diego Portales, destacó que “poder incidir en las bases de la licitación constituye una gran oportunidad para mejorar y rediseñar el sistema. Esta es una propuesta concreta y respaldada por la legitimidad que nace de la transversalidad social, técnica y empresarial, lo que nos permitirá avanzar en una mejora del Transantiago”.
A las medidas antes mencionadas, existen otras más radicales como el que las empresas sean pagadas por la calidad de servicio y que hayan multas por acumulación de quejas de los usuarios. Lindo en el papel, pero ¿se concretarán?
De momento solo existen soluciones parche. Esta semana Paula Flores, Jefa de Fiscalización del Ministerio de Transportes aseguró que al menos dos empresas operadoras están aplicando nuevos dispositivos o torniquetes como barrera. «Hemos visto que en los buses donde se controla la evasión, ésta llega apenas a un 17 por ciento. Mientras que en los vehículos donde no hay medidas la evasión asciende a un 40», aseguró.
La empresa operadora Redbus (servicios en el sector norte y oriente) fue una de ellas, la cual ya comenzó a instalar las nuevas «puertas antievasión» al interior de sus buses. De momento solo queda esperar a ver si las cifras de evasión disminuyen ¿Un mejor Transantiago? ¿2017 será el año?…