Para niños o adultos, la innovación del método Kumon está en el cómo enseñar al alumno a que él mismo pueda solucionar los ejercicios por su cuenta.
Todo comenzó hace medio siglo, cuando Toru Kumon, profesor de matemáticas, se dio cuenta que su hijo Takeshi tenía dificultad con esta asignatura y comenzó a desarrollar materiales de estudio que reflejaran su pensamiento de educador: “desarrollar en el niño la postura de estudiar por iniciativa propia”.
Toru buscó estrategias para que su hijo estudiase de modo autoinstructivo todos los días, sin sobrecargas y, como resultado, garantizar un mejor resultado en los estudios. De esta forma, decidió desarrollar un material rico en cálculos, pero que pudiese ser resuelto por medio del estudio autodidacta, compuesto por ejercicios y estructurado para que el inicio sea hecho con contenidos fáciles y, a medida que avanza, el grado de dificultad vaya aumentando de manera progresiva.
Con el contenido adecuado a su capacidad, el alumno es estimulado a solucionar los ejercicios por sí mismo, reflexionando y pensando sobre ellos, usando como base su propio conocimiento. De modo que, de a poco se sienta seguro para buscar nuevos conocimientos y comprenda el proceso de aprendizaje como algo placentero.
El método Kumon no se limita a la edad o el grado escolar. Cada alumno estudia en el punto más adecuado a su capacidad, logrando avanzar más allá de los contenidos de su grado académico. Según Marisol López, orientadora de Kumon, este método está dirigido a todas las personas que quieran desarrollar habilidades, independiente de su edad. “El objetivo fundamental es formar individuos autodidactas”.
Es un proceso que va desarrollando habilidades académicas y personales desde el primer día, así como éxito académico a mediano y largo plazo. “Como orientadores buscamos que estas capacidades se formen mientras potenciamos la independencia, seguridad, hábito y concentración”, asegura.
Hace años Kumon se impartía sólo en el área de matemáticas, actualmente también enseña lenguaje. Su objetivo es desarrollar la capacidad de lectura y comprensión de textos, además el gusto por los libros. “El desarrollo de un alumno a través de la disciplina de lenguaje, comienza desde la alfabetización hasta lograr una elevada capacidad de síntesis de textos complejos”, explica López.
Para formar el hábito de estudio, el alumno asiste 2 veces por semana al centro Kumon y de la misma forma trabajará en su casa. “El trabajo es continuo, para lo cual se programan las actividades de forma individualizada y de acuerdo a las características de cada persona. Es de suma importancia que se mantenga la continuidad en el trabajo, lo cual permite generar un proceso óptimo de avance, contemplado por la metodología”, finaliza.
En Chile existen 80 centros Kumon. Sólo debes ingresar a http://kumonla.com/busqueda-de-unidades/ para ver el lugar más cercano donde poder inscribirse.