Esta semana falleció el pequeño León de cuatro años. Nunca llegó a recibir el corazón para el trasplante que necesitaba. Las circunstancias de la vida dieron un giro inesperado y finalmente, fue él quien terminó siendo el donante. ¿Por qué sucede esto?
En lo que va de este año 29 personas se han convertido en donantes, lo que ha permitido realizar 72 trasplantes de órganos. Pero esto no es suficiente considerando que hoy en nuestro país existen 1.820 personas en lista de espera.
En 2015 el órgano más requerido en Chile fue el riñón con un 80 por ciento, mientras que el otro 20 correspondió a hígado, corazón, pulmón, corazón-pulmón, páncreas o intestino. También se suman a la lista de espera los trasplantes de tejidos, tales como córneas, válvulas cardiacas, piel y huesos. Pero estos no siempre llegan.
A nivel regional, según datos entregados por el Ministerio de Salud en 2015, actualmente Chile, al igual que Colombia, tiene una tasa de siete donantes por cada millón de habitantes, cifra que va por debajo de los 13.5 de Argentina y 18 de Uruguay. Números que se alejan cada vez más si cruzamos al viejo continente, en donde España se corona como el país de mayor tasa de donación efectiva en el mundo, con 35.1 por millón de habitantes.
En nuestro país, la Ley establece que todos los chilenos mayores de edad una vez fallecidos por defecto somos donadores de órganos para trasplantes con fines terapéuticos, a menos que la persona decida no serlo. Esto se puede concretar al renovar la cédula de identidad o la licencia de conducir, o a través de una declaración jurada en cualquier oficina del Servicio de Registro Civil e Identificación, presentando el “Formulario Único de Solicitud Ley 19.451” marcando la opción “no donante”.
Pero para los que sí los son, el trámite no siempre asegura que esto se consuma. Si bien en tu carnet de identidad o licencia de conducir apareces como “donante”, esta información se debe verificar con ciertas personas según el siguiente orden de importancia: cónyuge o conviviente; hijos mayores de 18 años; cualquiera de los padres; representante legal, el tutor o curador; cualquiera de los hermanos mayores de 18 años; cualquiera de los nietos mayores de 18 años; cualquiera de los abuelos; cualquier pariente consanguíneo hasta el cuarto grado inclusive; y por último, cualquier pariente por afinidad hasta el segundo grado, inclusive.
En caso de que existan testimonios contradictorios o si no es posible obtener esta información en un plazo razonable para realizar el trasplante, el fallecido será considerado como donante. Pero si alguno de los familiares se opone, finalmente ocurrirá lo contrario.
¿Qué sucede con los menores de 18 años? En este caso serán sus padres o representantes legales quienes podrán autorizar la donación de sus órganos.
Pero, ¿por qué no ser donante? Algunos arguyen que la falta de información va en perjuicio de esta Ley pues una de las inquietudes recurrentes es si existe un costo asociado por la donación o el trasplante.
De acuerdo a la Ley de Trasplantes 19.451, y el Ministerio de Salud (Minsal) todos los gastos de la donación (certificación de muerte encefálica, mantención de donante luego de aceptada la donación y pabellón de extracción), y la implantación del órgano en el receptor, se cobran al sistema de salud del paciente que recibe el órgano, ya sea Fonasa o Isapre. Por lo tanto, la familia del donante no paga ni cobra por la donación.
Otra de las razones es que algunos simplemente no confían en el sistema, pues creen que existen privilegios para aquellos que se encuentran afiliados a Isapres. Pero según explicó a La Cuarta el doctor José Luis Rojas, coordinador nacional de trasplantes, “eso es un gran mito. Al año se hacen alrededor de 400 trasplantes. De esos, casi el 75 por ciento se realizan en el sistema público de salud».
¿Y quién decide quién es prioridad? El ISP (Instituto de Salud Pública) y la Comisión Integrada de Trasplantes son los encargados de fijar los criterios de distribución los que se dan por antígenos de histocompatibilidad (HLA), compatibilidad de grupo sanguíneo, y tiempo en la lista de espera. Pareciera que nuestras dudas se despejan luego de recibir esta información.
Hoy en nuestro país, seis personas se encuentran en la lista de urgencias nacionales por trasplante. Una niña, un niño, una mujer y tres hombres. Entonces, por si cambias de opinión y deseas revocar tu voluntad de ser “no donante”, te contamos que puedes hacerlo presentando el “Formulario Único de Solicitud Ley 19.451”, a través de la opción “Donante Universal de Órganos”, porque “donar órganos es donar vida”.