A veces, el cuento de hadas solo se encuentra en las películas de Disney. En Chile, la cantidad de divorcios en 2015 fue mayor a la de matrimonios, se concretaron 72.753 versus los 63.749 matrimonios realizados, según datos entregados por el Registro Civil.
Si bien en Chile la legislación beneficiaba a la madre con la tuición de los hijos en todos los casos, en 2013 la ley cambió luego de aprobarse el proyecto de ley de “igualdad parental” que modifica el Código Civil y otros cuerpos legales, con el objetivo de proteger la integridad de los niños, en el caso de que sus padres estén separados.
Desde entonces, se puso por primera vez en igualdad de condiciones tanto a padres como madres ¡Punto para los papás! ¿Pero cómo los padres superan una separación? Según la psicóloga familiar de la Universidad del Pacífico Macarena Troncoso, lo principal para poder reamar su vida como hombre y mujer es vivir el duelo, llorar, sentir la rabia y frustración del quiebre.
En este sentido la meta de este proceso es la aceptación. Por lo general quien toma la decisión en primera instancia vive el duelo más corto, ya que venía un tiempo evaluando los pros y contras de asumir la separación a diferencia de a quien esto se lo toma por sorpresa.
“En el caso de las parejas con hijos, deben además de sopesar el duelo personal del fracaso, sopesar una nueva dinámica con sus hijos, deben cuidar sobre todo el tratar al ex como un enemigo, tampoco como tu mejor amigo, y para ello lo principal es el perdón”, nos explica la especialista.
Ésta instancia muchas veces supone volver a encender redes con amistades, “entrar en las pistas” por lo que volver a “carretear” como antes, “un clavo saco otro clavo”, serán solo una ayuda momentánea, porque lo necesario es volver a reencontrarse con uno mismo.
Pero ante esta situación, tampoco hay que olvidar el rol de padres. Según la psicóloga luego de un divorcio existe una transición que trae consigo un cambio de contextos, rutinas, formas y modos entre padres e hijos, la que muchas veces suele darse de manera abrupta y dolorosa.
Tanto el padre como la madre son figuras fundamentales para el desarrollo de sus hijos, pues un niño necesita de ambas fuentes para su desarrollo. Si bien, durante los primeros dos años de vida, un niño necesita del cuerpo y alimento de la madre para su sobrevivencia, también requiere del apego paterno.
La tuición compartida es una postura respetable que, en ocasiones, genera el consenso entre ambos progenitores, que, muchas veces, se encuentran heridos ante el fracaso de terminar un proyecto de vida en común. “Por esto muchos, amparados por un tribunal de familia, llegan al acuerdo legal de fin de semana por medio, el niño va contigo, el otro me toca a mí”.
Un papá no debe desaparecer de un día para otro. Según la especialista la figura paterna es la “del protector” y “contenedor”, por lo tanto “es vital que el padre tenga una participación activa en relación al cuidado de sus hijos, ya que en el estar presente, en la experiencia, es cuando se producen los vínculos”. Esto hasta que pasan los años y el hijo adolescente, un poco más rebelde y transgresor, posee autonomía de querer o no pasar tiempo con su padre y madre, expresando su voluntad.
¿Y si los padres tienen nuevas parejas? Solo deben ser presentadas en caso de estar dentro de una relación estable. Pues siempre hay que apelar a la estabilidad mental de los hijos, y presentar a una diferente cada cierto tiempo, puede crear patrones de conducta distorsionados que se verán reflejados de adultos o adolescentes.
Lo importante es recalcar que los padres, aunque no sean pareja, continúan siendo un equipo para el sano desarrollo del niño y, por lo tanto, es vital que ambos estén alineados en términos de valores, estilos de crianza, cuidar el respeto. No deben hablar mal del otro frente a los hijos, no usarlos para manipular o, lo que es muy típico, o usar al hijo como moneda de cambio o venganza. “El padre debe ser un actor fundamental de apoyo y de cuidados de los niños y estar presentes es la clave, es importante dejar de lado las culpas permitiendo el desarrollo sus nuevas vidas con la función de padres”, concluye la psicóloga familiar.