¿Llevas meses en el gimnasio y aún no ves resultados? Puede que estés cometiendo alguno de los errores que veremos a continuación.
Independiente del género y la edad existen errores comunes que las personas cometen en la práctica de actividad física. Según un estudio de hábitos deportivos, realizado por el Observatorio Social de la Universidad Alberto Hurtado, un 14, 2% de los chilenos realiza actividad física en su tiempo libre.
Lo primero que hay que entender según el profesor de Educación Física, Angelo Zaio, es que existen tres componentes fundamentales para alcanzar un objetivo físico: el entrenamiento, nutrición y descanso, “los que deben tener el mismo nivel de importancia a la hora de querer aumentar el rendimiento físico, mejorar la estética corporal o la salud”.
Si nos enfocamos en la pérdida de grasa, el primer error relacionado al entrenamiento es el gasto de calorías. “Si lo que deseamos es disminuir el porcentaje de grasa, lo que debemos hacer es aumentar el gasto de calorías, esto se irá sumando diariamente y como consecuencia junto con la alimentación adecuada, se perderá peso. Este gasto diario podemos generarlo a través de cualquier actividad física extra a nuestra rutina de vida diaria, como por ejemplo caminar, andar en bicicleta, una sesión de pesas o running, etc. Lo más recomendable sobre este tema es variar la actividad no haciendo siempre lo mismo”, asegura.
Por otro lado, está el tema de alimentación, que es donde más errores se cometen. Al tener que cumplir las necesidades diarias de nutrientes el cerebro manda una señal para provocar hambre y así mantener una ingesta continua cada cierta cantidad de horas.
Para no equivocarse en este punto, Zaio recomienda: “No saltarse ninguna comida durante el día, comer cada 3 o 4 horas, evitar alimentos chatarra o azucarados, disminuir parcialmente la cantidad de calorías, principalmente los carbohidratos (consulte con su nutricionista) y aumentar la cantidad de líquido conforme aumenta la duración e intensidad del ejercicio”, explica.
A su vez, es ideal no consumir alimentos dentro de los 90-120 minutos anteriores a la actividad física y no comer ni tomar bebidas azucaradas mientras se realiza ejercicio.
Finalmente, el descanso tiene una trascendencia fundamental en el rendimiento y en las ganas de hacer ejercicio. “Mantener un buen descanso mejora nuestro dormir, además de reparar el cuerpo para una sesión siguiente; si no descansamos bien no tendremos ánimos de entrenarnos”.
En resumen, debemos movernos más y comer un poco menos de lo que hacemos habitualmente, conforme vaya disminuyendo el tejido graso, la piel se comenzará a pegar al músculo haciendo que el cuerpo se vea más tonificado.