Combatiendo el frío y sus consecuencias

Mañanas y días helados, el frio definitivamente llegó para quedarse. Los rayos de sol poco calientan y el cuerpo comienza a resentir los estragos que produce esta temporada en la piel, el cabello, labios, manos y uñas. A continuación, te explicamos de qué tienes que preocuparte y los productos que no te pueden faltar para sobrevivir a las bajas temperaturas.

Para partir hablaremos del cabello. Durante el periodo invernal este tiende a resecarse, perder vitalidad y brillo. Los cambios bruscos de temperatura provocan que se deshidrate notoriamente. Al estar más seco y quebradizo, existe una mayor tendencia a sufrir caspa por la deshidratación del cuero cabelludo. Al mismo tiempo, se pierde el brillo natural propio de un pelo sano y se torna quebradizo.

Es por esto que utilizar shampoo y acondicionador hidratante especial para cabello seco es indispensable. Los masajes nutritivos y reparadores son la mejor opción para evitar el frizz provocado por la humedad. Uno semanal o cada 15 días, debiese ser suficiente para mantenerlo en óptimas condiciones.

Al igual que el cabello, la piel se expone a constantes cambios de temperatura o al viento y frío, los que producen una agresión importante en la dermis. La sequedad de la piel aumenta en esta época porque claramente la hidratación que le damos es menor tanto externamente con cremas y también internamente, porque a diferencia del verano se toma menos líquido.

Para prevenir es necesario aumentar los cuidados para seguir disfrutando de una piel sin resequedad. Aprovecha de utilizar cremas corporales y mascarillas hidratantes que le otorguen frescura al rostro y le permitan enfrentar de mejor manera esta temporada.

Un producto ideal es el hidratante corporal St. Ives de Avena y Karité. No tiene parabenos y su aplicación diaria permite lograr un aspecto suave, sano y de nutrición duradera, entregando una sensación fresca durante todo el día. La avena posee una poderosa acción protectora que es potenciada por el karité, rico en vitaminas A, E, D y F, que crea una barrera protectora de los efectos de la naturaleza.

Para los labios, los bálsamos y la exfoliación harán que estos no se resequen ni quebrajen. Carmex o Eos serán los mejores aliados.

En última instancia, pero no menos importante, se encuentran las uñas. Es recomendable no llevarlas esmaltadas todo el tiempo y en lo posible usar alguna cera o crema hidratante que recupere las cutículas y su estado natural.

 

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