Aplicar cremas corporales: una rutina que no debemos olvidar

Por Francisca Guevara

Lograr tener una rutina con cremas corporales es bastante complicado. A quién le gusta salir de la ducha y con frío tener que sacarse todo para aplicarlas, o en la noche cuando uno está cansada tener que volver a pasar por este proceso? Por lo menos a mí no me hace mucha gracia. Pero, lamentablemente, es algo que todas las mujeres debemos aprender y tomar en serio.

No les voy a negar que a mí me costó bastante acostumbrarme, pero no hay día que no me las aplique. Y por qué hablo en plural, porque no es sólo una crema, son tres o cuatro. Todas cumplen distintas funciones: una para prevenir o eliminar celulitis, otra para humectar, otra para tener la piel firme y finalmente un gel reductor en frío que me aplico luego de realizar ejercicios.

Nadie dijo que ser mujer sería fácil. Pero todo lo que hacemos es para mantener nuestra piel lo mejor posible, ya que es la barrera inmediata que nos protege del entorno y preocuparnos por ella es cuidar una parte fundamental de nosotras. No sólo debemos estar pendientes de nuestro rostro y de prevenir o atenuar arrugas, el cuerpo debe ser también una prioridad en nuestra rutina de belleza.

Pero ¿por qué es necesario que apliquemos cremas en el cuerpo? Lo primero es que aportan elementos para suavizar, humectar e hidratar; también contribuyen a la regeneración de células y proporcionan vitaminas.

Pero antes de elegir un tipo de crema es importante saber cuáles son las características de nuestra piel. Por ejemplo yo sufro de resequedad y necesito productos hidratantes para piel seca. La piel seca se caracteriza por tener lo poros cerrados, falta de brillo y lucir arrugada en ciertas zonas. En cambio la piel mixta posee poros dilatados y brillantez en ciertas partes. En el caso de la piel grasa, los poros están totalmente dilatados y su brillo es notorio. Por su parte, la piel normal es la más beneficiada ya que presenta poros abiertos, no brilla y si de vez en cuando se reseca, basta un poco de pomada humectante para repararla.

Si no sabes qué tipo de piel te caracteriza, lo ideal es que visites a un dermatólogo antes de comprar cualquier producto. De lo contrario podrías presentar alguna reacción si te equivocas de crema.

Por mi parte sólo les puedo decir que deben intentar realizar este paso todos los días, al principio será difícil, pero a medida que pase el tiempo notarán los cambios en su dermis y no podrán dejar de utilizarlas.

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