Constanza Mbehr: “…elegir ser artista es un desafío diario, es atreverse a confiar que está bien ver el mundo desde otra perspectiva”

Constanza Mbehr: “…elegir ser artista es un desafío diario, es atreverse a confiar que está bien ver el mundo desde otra perspectiva”

Por Tannya Millencka

 

Todos necesitamos arte en nuestra vida. El arte nos conecta con el subconsciente, nos hace soñar, nos permite reflexionar, es por eso que hemos elegido a Constanza Mbehr para que nos cuente un poco más de este maravilloso mundo onírico del arte.

 

Nacida en Mendoza, pero radicada en Chile hace 17 años, Constanza es arquitecta de profesión, sin embargo, nunca se sintió cien por ciento satisfecha, algo le faltaba a su vida. 

 

Como toda adolescente, se tuvo que enfrentar a una de las decisiones más importantes, qué estudiar luego de terminar el colegio, a qué dedicar su vida completa, “lo primero que se me vino a la mente fue alguna carrera creativa o psicología. Dentro de las opciones que había, me decidí por arquitectura, ya que me sugirieron que era más estable que estudiar arte, así fue como empecé a estudiar en Argentina y terminé en la Universidad Finis Terrae” nos cuenta cómo fue su decisión en ese entonces.

 

A los pocos meses de titulada, Constanza comenzó a trabajar en un estudio y a lo largo de su carrera como arquitecta exploró distintas áreas, hasta permanecer mayormente en el rubro inmobiliario. 

 

No obstante, a pesar de tener estabilidad laboral, algo que todo profesional añora, no se sentía satisfecha, siempre estaba presente la constante sensación de querer algo más. Nos confiesa que fue una difícil situación: “Sin darme cuenta, dejé de escucharme. De pronto me vi inmersa en una depresión de la que no encontraba salida y comprendí que todo lo que había construido, caía como rocas por un acantilado”.

 

 

El caballo de carrera

 

Siempre mirando al frente, sin distracciones, siguiendo el camino ya trazado, es así como Constanza vivió gran parte de su vida, “sin mirar al lado tratando de alcanzar los «famosos pasos a seguir». Prestando atención a lo que socialmente es establecido como «correcto o incorrecto», lo que «debemos o no hacer». Mientras uno está en carrera, detenerse a pensar y sentir, significa perder tiempo y, por lo tanto, quedarse atrás de la meta”, finaliza.

 

Debido a esta crisis personal, la artista pudo replantearse todas las aristas de su vida. “Con muchas dudas y sin tener muy claro qué era lo que quería hacer, me prometí que a partir de ese momento me dedicaría a encontrar lo que me hiciera feliz. En esa búsqueda de entender qué era lo que me daba alegría, recordé que pintar me había ayudado cuando era adolescente a canalizar mis emociones y expresarme. Junto con una serie de sucesos personales, me animé a dejar el trabajo tradicional que tenía en ese momento, me cambié de ciudad y tomé el arte como una herramienta de sanación personal. A los pocos meses llegó la Pandemia y fue ahí donde tuve el impulso de dar a conocer mi arte, mi historia, empecé a desarrollar mi estilo, tomé cursos online de marketing para artistas y vendí mis primeras obras” nos cuenta orgullosa de su camino hacia la felicidad.

 

Los cimientos de las ciudades de los sueños

 

¿Un artista, nace o se hace? le preguntamos a Coti si siempre estuvo interesada en el mundo del arte y esta fue su respuesta: 

 

Si. Siempre me llamaron la atención los colores, me encantaba el olor de la madera de los lápices, armar el estuche del colegio para el día siguiente. Pasaba varias horas al día en silencio observando la naturaleza, el cielo o haciendo alguna manualidad para regalar. Recuerdo, cada vez que me sentaba en algún lugar a dibujar, encontraba paz. Mi familia siempre me incentivó a crear y desarrollar actividades que estimularan mi creatividad. 

A los 17 años tomé mis primeras clases de pintura en Mendoza. Luego entre los 22 y 25 años continué con clases de pintura expresionista; ahí fue cuando descubrí que el arte me emocionaba, me permitía ser yo misma y me daba rienda suelta a expresar aquello que con palabras era insuficiente. 

 

Ante esta declaración pudimos entender un poco más sobre la creatividad y originalidad de esta artista, no obstante, quisimos seguir indagando en su arte y le preguntamos cómo creo su primera obra y, cómo la definiría, a lo que nos respondió: 

 

Mi primera obra surgió a partir de un proceso de tirar pintura de forma aleatoria, dejándome llevar por los colores que me llamaban la atención en ese momento y soltando ir el control. Fue una obra que hice de forma paralela junto a otras ya que, creando en serie, podía ir viendo cómo frente al mismo proceso creativo, cada obra tomaba una identidad propia. A los pocos meses de haberla terminado, recuerdo que la subí a una página online de venta de arte y me avisaron que alguien de La Serena la había comprado.

 

Para mí, mis obras son un viaje introspectivo a un mundo de colores, un recordatorio para conectar con las posibilidades que hay dentro de cada uno de nosotros. 

 

A través de mi arte es posible abrirse a un diálogo interno en donde cada uno puede ver y sentir algo distinto y todas las experiencias son válidas.

 

El tránsito entre puentes, ciclos y avatares invitan al espectador a observar con detenida calma y atención, cómo el subconsciente eleva su voz cuando creas la pausa necesaria para escucharlo.

 

“La obra de Constanza Mbehr ha construido los cimientos de las ciudades de los sueños, usando la imaginación del artista y la visión del arquitecto. Sus obras son un gentil recordatorio, una muestra de aquella ciudad que ocurre dentro tuyo mientras vives” (Natalia Vidal @ojoyvanguardia)

 

 

Ser artista, vivir como artista

 

Todos sabemos o más bien creemos que la vida del artista es dura, llena de tropiezos, pero con algo de suerte pueden llegar a ser exitosos, sin embargo, hay mucho más que eso, Constanza nos explica su perspectiva como artista en Chile:

 

Pienso que independientemente del país, elegir ser artista es un desafío diario, es atreverse a confiar que está bien ver el mundo desde otra perspectiva. Cuando decidí emprender como artista, el primer obstáculo que tuve que enfrentar, fue la cantidad de creencias limitantes asociadas a lo que significa dedicarse al arte, tanto a nivel personal como colectivo. 

 

Algunas de las falsas creencias tienen que ver con que es “difícil” que el artista es un “ser bohemio como lo eran los pintores del siglo XX”, “que es sólo un hobbie y no por eso se tiene que cobrar” y la más fuerte: “no se puede vivir del arte”. 

 

Con respecto a Chile, al igual que varios países en Latinoamérica, se tiene el concepto que el arte sirve para “decorar” o se trata de un bien de “lujo” y por lo mismo, se tiende a creer que no está al alcance de todos. En la medida que no se reviertan los conceptos asociados, muchas personas pierden la oportunidad de conocer el real valor del arte en el mundo.

 

Si bien aún hay mucho camino por recorrer para impulsar el arte pienso que, gracias a la globalización, los nuevos paradigmas junto con un cambio de mentalidad, uno puede ser y hacer lo que quiera, respetando el metro cuadrado del de al lado. 

 

Mas allá del país donde uno decida vivir, de la mano de las redes sociales hay una tremenda herramienta para conectar con el resto del mundo de forma fácil, rápida e ir encontrando el nicho adecuado para desarrollarse como artista.

 

Cómo en todas nuestras entrevistas, le preguntamos a Constanza Mbehr cómo se veía de aquí a 5 años, a lo que nos respondió lo siguiente: 

 

Creo que ésta es la de las preguntas más difíciles para contestar, ya que el solo hecho de escucharla, me genera ansiedad. Sin embargo, puedo contarte que me gustaría seguir pintando desde cualquier parte del mundo, dando a conocer mi obra de forma exponencial, combinando arte, con viajes, vivencias personales y nuevas personas. 

 

Me encantaría llevar el arte a un nivel más allá de pintar. Por ejemplo, realizar eventos itinerantes con experiencias sensoriales, para motivar a otros a conectar con las emociones que realmente los mueve, los motiva y que muchas veces dejan de lado por miedo “al qué dirán” o porque simplemente “la vida les pasa” y se van conformando con las rutinas del día a día. 

 

Soy una persona bien nómada, me gusta probar prácticas nuevas como actividades que me saquen de mi zona de confort, intento cada día hacer algo distinto, ya que las rutinas me apagan.

 

Desde hace un tiempo, elijo ir día a día, aceptando que hoy puedo querer algo, mañana decidir algo nuevo y que es parte del juego de la vida. 

 

Lo que más me inspira de ser artista es que cuando logro dejar el control de lado y la planificación me dispongo a abrirme a nuevas posibilidades y oportunidades que muchas veces ni siquiera me había imaginado.

 

Recuerden que pueden contactar a la artista a través de su Instagram @art_constanza_mbehr o al whatsapp +56 976480286 para recibir el catálogo con las obras disponibles y también para agendar una reunión para encargos personalizados.

 

En su página web también pueden encontrar más sobre de su arte www.artconstanzambehr.com así que te invitamos a seguirla y conocer a ella y su grandioso trabajo. 

 

 

 

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