1997 y los años alrededor, inmediatamente anteriores al 2000, fueron una época en que para muchos Santiago empezó a animarse, a ponerse más entretenido. Eso se debía en gran parte a la aparición de una serie de restaurantes y bares que la gente empezó a describir como “onderos”. Etnico, Puro Chile, Sarita Colonia, Corazón Errante y una larga lista que causa nostalgia porque ninguno de ellos sobrevive, no al menos en su estado original. De toda esa camada sólo Santo Remedio sigue en pie, en el lugar de siempre y vigente; entrando al exclusivo 2% de locales que pasan los 20 años según estudios internacionales.
Muchos matan y mueren por lograr ser el “lugar de moda”, pero el Santo Remedio ha vivido bastante como para saber que esa etiqueta se desprende tan rápido como se olvida.
Su apuesta es más bien funcionar como un espacio versátil, multipropósito, con capacidad de acoger exposiciones de arte, cumpleaños e infinidad de celebraciones y lanzamientos; con vocación de cuna para decenas de bandas y dj’s emergentes, aportando así mucho contenido a la vida nocturna y bohemia santiaguina.
Santo Remedio viene haciendo eso por 25 años a la vez que mantiene una identidad y calidad que le han permitido ganarse la fidelidad de sus comensales.
Eso no significa que “el remedio”, como lo llaman muchos con cariño, se haya quedado congelado en el tiempo. Especialmente durante los últimos años se ha consolidado como un lugar donde de seguro se encuentran platos ricos -estilo tapeo, para compartir- y una coctelería de autor distintiva, con clásicos reconocidos, como el Burdel y Catrina.
Por supuesto, tanta importancia como la carta la recibe su terraza -muy agradable en temporada primavera / verano- y la curatoría musical que ameniza sus tardes y noches de martes a sábado.
En estos 25 años muchas marcas y proyectos de todo tipo han escogido a Santo Remedio como el lugar para celebrar sus eventos. Aquí hizo su última transmisión radio Horizonte antes de cerrar, también su fiesta de despedida; aquí ocurrió la noche mítica en que el gran Mathew Herbert tocó para una audiencia de solo 100 personas; por acá también pasaron Dj Koze, Supertpitcher, Luciano, Raresh y Michael Mayer, entre muchos-muchos otros.
En una época no muy lejana acogió los exitosos lanzamientos de las revistas coleccionables de Viste la Calle, como antes lo hizo con publicaciones como Blank y Zancada; hoy es probablemente radio Horizonte, en su versión online, la iniciativa equivalente que se lo toma mensualmente. Son para destacar también los potentes line ups de los miércoles electrónicos (muchas veces con invitados internacionales) y el ambiente/comunidad que se ha viene formando desde hace algunos meses con La Rouge, cada sábado con una experiencia diseñada especialmente para mayores de 40 años.
A diferencia de los locales que nacieron junto a él, Santo Remedio goza de perfecta salud; de hecho recupera relevancia y flujo de público tras períodos complejos. Tanto como para proyectarse a cumplir más años ofreciendo el mejor panorama, en pleno corazón de Providencia, para jóvenes y adultos de todas la edades.