La medicina basada en el uso de células madre puede llegar a ser una fuente renovadora de tejidos para recuperar estructuras dañadas, tales como huesos, articulaciones o tendones, gracias a su poder regenerador y antiinflamatorio.
La Copa Centenario y los Juegos Olímpicos de Río, que se realizarán entre el 5 y 21 de agosto, son instancias de alta competencia que dejan en evidencia la exigencia a la que están sometidos los deportistas profesionales. Por ello, cualquier tecnología que apunte a disminuir los tiempos de recuperación y mejorar la calidad del tejido dañado, es de gran utilidad para los atletas.
Quienes practican deportes habitualmente, están expuestos a sufrir diversas lesiones: desgarros musculares y tendinopatías. En Chile, los padecimientos traumatológicos más comunes son los de cartílago (que comprenden principalmente cadera, rodilla y tobillo), lesiones que, además de ser dolorosas, requieren un largo tiempo de recuperación. Sin embargo, los avances en la medicina regenerativa y deportiva han permitido que el uso de células madre en estos padecimientos sea considerado una alternativa exitosa.
«Las células mesenquimáticas, las cuales pueden obtenerse de varias fuentes como tejido de cordón umbilical, médula ósea, tejido adiposo, diente de leche, entre otras, se utilizan actualmente en Chile en tratamientos de lesiones osteoarticulares, como, por ejemplo, en deportistas para acelerar los procesos regenerativos y con muy buenos resultados», afirma Ilse Müller, Directora Técnica del Laboratorio de VidaCel, el banco de criopreservación con más trayectoria en nuestro país.
En la actualidad, cada vez más deportistas recurren a estas innovadoras terapias, ya que además de su poder regenerador y antiinflamatorio, no tiene efectos adversos o posibilidad de rechazo ya que, en la gran mayoría de los casos, las células madre se extraen de los tejidos del mismo paciente.
Casos de éxito existen y con rápidos resultados, uno de ellos se produjo en el Mundial de Brasil 2014, donde el futbolista argentino Ángel Di María se trató una lesión con células madre, lo que le permitió recuperarse rápidamente y estar en la banca del equipo albiceleste en el partido final con Alemania. Otro ejemplo de tratamientos de este tipo fue el que se le realizó el tenista profesional Rafael Nadal.
Hoy, es posible obtener células madre mesenquimales de tejido del cordón umbilical, tejido graso y pulpa dental, permitiendo la regeneración de tejidos dañados, además de cartílagos, huesos, piel o músculos, lo que abre grandes posibilidades de tratamientos también en adultos, ya sean deportistas de alto rendimiento y/o amateurs, quienes recurren a las células madre cuando los métodos convencionales no han dado resultados.