Renovar las actuales instalaciones y el diseño, financiamiento y construcción del nuevo terminal internacional, que ostentará 175.000 M2, son algunas de las tareas que asumió el grupo Nuevo Pudahuel a quienes se otorgó la conseción del aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB).
A partir del 1ero de octubre de 2015 comenzó la transformación del terminal aéreo más importante de Chile, luego que en abril se adjudicó la concesión del aeropuerto AMB al grupo Nuevo Pudahuel, conformado por Aéroports de Paris (45%), VINCI Airports (40%) y Astaldi (15%,) por una duración de 20 años. La inversión referencial asciende a US$1 billón y uno de los objetivos centrales es aumentar la capacidad de pasajeros de 16,1 millones (2014) a 30 millones (2020) con un potencial por sobre los 45 millones.
Actualmente, Arturo Merino Benítez es el séptimo terminal aéreo con más tránsito en Sudamérica: 17,2MM de personas en 2015, lo que representa el 60% del movimiento total en los cielos de Chile. Nuevo Pudahuel está convencido que los aeropuertos son puntos de encuentro cívico y es sobre este cimiento que nacerá un nuevo aeropuerto.
El objetivo es claro para Nicolás Claude, gerente general de Nuevo Pudahuel: “posicionar al nuevo aeropuerto AMB como uno de los 100 mejores del mundo y un referente en eficacia, comodidad y tecnología aeroportuaria en Latino América”, por lo que una de las primeras medidas es el acceso universal, gratuito y permanente a WiFi.
En la renovación del ahora denominado “Terminal 1” (que será destinado sólo a vuelos nacionales cuando las obras culminen) y en los más de 175.000m2 del futuro “Terminal 2”, se implementará nueva tecnología para que el proceso de check-in sea más rápido y que la revisión del equipaje sea automatizada. El resultado pretende otorgar mayor seguridad, menores tiempos de procesos y tiempo de esparcimiento de calidad para los usuarios que utilizarán las pasarelas, las que actualmente son 18 y aumentarán a 67 para el fin de las construcciones.
El aumento de los perímetros, servicios y flujo de personas requerirán un sofisticado plan de adecuado uso de energía y sustentabilidad (para el cual ya se han invertido más de USD$60MM)
Habrá que esperar algunos años para ver la gran trasformación que promete Nuevo Pudahuel al aeropuerto capitalino, que también contempla disminuir en 35% el consumo energético del nuevo edificio y también minimizar el uso de materiales y productos que se consideren dañinos para el medio ambiente y afecten la calidad del aire interior.