A lo largo de la historia se ha etiquetado al hombre tratando de definir su estilo: metrosexuales, lumbersexuales (más rudo), y tantos otros. Pero esta vez, no buscamos poner un título a este nuevo tipo, sino más bien, describirlo sin estereotiparlo ¿Cómo es? ¿Cuáles son sus gustos? ¿Qué le apasiona?
Cuidado personal no muy llamativo, pero prolijo. Con barba o sin, es un hombre que se cuida bien, pero no en exceso. Su corte de pelo es clásico y retro, sin caer en lo vintage. Cabello corto o subido, recortado por los costados. Se preocupa de sus líneas de expresión e invierte en cremas para combatirlas.
Se viste con prendas que expresan un estilo natural y sofisticado. Es un hombre mucho más libre que los que se veían hace unos años. Materias nobles como el cuero y fibras naturales. En su armario, encontramos botines de caña alta, chaquetas y gamulanes. Prendas que utiliza tanto para el trabajo como para un fin de semana.
Sus accesorios también son clásicos. Una pulsera de cuero, un reloj grande que no posea ninguna función que no sea dar la hora. Para el resto tiene su celular, un dispositivo móvil que le permite tomar fotos, y saber dónde está y para dónde va (GPS). Concertar reuniones y citas con sus amigos o con alguien especial.
Su medio de transporte son las motos, o los autos clásicos o en su versión moderna. Mini cooper, camionetas Ford, o cualquier otro automóvil que cumpla las funciones básicas. ¿Sus hobbies? Discos de vinilo. Una réflex para tomar fotos de aquel fin de semana en la playa. Una caña de pescar nueva… ¿Reconoces a alguno a tu alrededor?